3 Lezama | La vida en el día a día

Hasta mediados del siglo XX, la agricultura y la ganadería han sido la base de la vida cotidiana. Trabajando con esfuerzo, la población ha buscado el sustento en lo que le aportaba el monte, el caserío, los campos y el ganado. Pero en Lezama, además de campesinos y ganaderos, también ha habido cesteros. Este desaparecido oficio ha sido primordial para la supervivencia de muchas familias, ya que a comienzos del siglo XX la demanda de distintos tipos de cestos era muy importante. La influencia de la industrialización ha sido escasa si la comparamos con las localidades vecinas, quizá porque Lezama no se anexionó a Bilbao. Pero el hecho de estar relativamente cerca de la capital y de zonas industriales facilitó la incorporación de la población al mundo fabril. En una primera fase sin dejar de lado la agricultura y combinando el trabajo del caserío con el de la fábrica. A mediados del siglo XX, el gran auge de la economía vizcaina conllevó la necesidad de mucha mano de obra. Para cubrir esos puestos de trabajo vino mucha gente de otras provincias de España, y también llegaron a Lezama. Este crecimiento de la industrialización supuso una disminución de la actividad agraria. Pero como dice el refrán, "no solo de pan vive el hombre", también tenemos otras necesidades, que nos ayudan a liberarnos de la rutina diaria; y que de paso, nos sirven para reforzar las relaciones. Costumbres y actividades lúdicas como la cuestación de Santa Águeda, el juego de bolos, las romerías...